Iré a buscarte y te acompañaré al bosque, así conocerás a mis amigos los árboles. Si los escuchas atentamente, oirás latir sus corazones, porque los seres humanos estamos unidos a la naturaleza, formamos parte de ella. Nuestro cuerpo vibra con su crecimiento, respira con el viento, se eleva con sus ramas. Ese día oirás la voz de las hojas del roble. Es un árbol que crece aislado de los demás, casi siempre en los campos o en los márgenes de los caminos. Sigue el ritmo de las estaciones, la alternancia del día y la noche. Posee una energía estimulante, por lo que resulta dificil dormir bajo su copa. Conocerás también a las hayas, que saben hablar de amor. Viven muchos años para recordar al mundo la importancia de este sentimiento, y cuando mueren, el bosque llora."
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