miércoles, 6 de octubre de 2010

ella...


La lluvía estrellandose estrepitosamente contra los párpados de Lucía; y al agitarlos, las gotas se fundían con sus lágrimas que se expandían más allá... las dejó correr y mezclarse con todo lo que le rodeaba.

Estática, mirando hacia el frente, dejando que le frío helara sus pensamientos... mirada triste y perdida... debía desafiarse a ella misma... lo sabía.

Por la humedad de sus lágrimas, la dureza del suelo se convierte otra vez en barro... comienzan a hundirse de nuevo sus pies...

Ha dejado sus huellas marcadas en el barro, debe detener sus lágrimas... y volver caminando de vuelta a casa.

Labios mudos bajo el ombligo le hablan de esperanzas... sólo una sombra abraza su corazón y la sostiene.

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